La (maravillosa) historia de cómo empecé a generar ingresos y buenos clientes con algo que antes me aburría.

Hay momentos en los que te hace clic esa neurona? despistada y empiezas a ver oportunidades donde solo había ruido.

Te cuento lo que me pasó a mí:

Tengo que confesarte una cosa: todo lo que sonaba a RGPD me parecía algo aburridísimo.

Un tostón soberano, hablando claro.

Luego te cuento cómo y cuándo cambió la cosa.

Lo mío es el desarrollo web. No soy abogado ni tengo un máster en protección de datos.

Te lo digo por si esto te supone un problema y quieres dejar de leer aquí.

Hablamos de principios de 2018, cuando todo el mundo escribía sobre RGPD.

La mayoría de creadores web se ha quedado con esta cantinela y la siguen repitiendo en 2020.

Da igual que hables con desarrolladores que con diseñadores: lo del RGPD no van con ellos.

Y escuchas perlas del tipo:

• Yo es que… prefiero no meterme en cosas de abogados, que me da yuyu.
• A ver… yo creo que si nadie lo hace bien… ¿cómo te van a multar?
• Yo pienso que lo del RGPD, GDPR o como se diga es una tontería que no le importa a nadie.

Cuando estaba en 5º de primaria tenía una profesora que decía: Yocreíque y Yopenséque son los primos de TONTOeque.

Pero bueno. Eso es otra historia.

A esta especie común yo les llamo cariñosamente avestruces del RGPD.

Ya sabes, por lo de esconder la cabeza y mirar para otro lado.

No digo que no se puedan generar clientes ignorando el RGPD. A la vista está que sí.

Pero claro, si puedes elegir entre darte de cabezazos y protestar por algo que es obligatorio o dedicar el mismo tiempo a aprovecharlo y generar nuevos clientes… ¿por qué no hacerlo?

Ojo, que esto no es un truco milenario ni un secreto que cuatro privilegiados conocemos y que te voy a contar porque soy así de majo.

Es algo que existe desde que el mundo es mundo: darle la vuelta a un problema y convertirlo en una oportunidad. Y una vez que lo haces, tu capacidad para generar nuevos clientes se multiplica.

Como te decía antes.

A mí me costó un poco cambiar el chip. ?

Pero mola mucho dejar de trabajar para el RGPD y que sea el RGPD el que empiece a trabajar para ti.

Si quieres ver cómo hacerlo, es aquí:

Al fin y al cabo, ¿Qué sabrán Google o Amazon de negocios online? Te lo digo porque, desde el confinamiento, según algunas de sus cifras, el número de ventas online ha aumentado un 50% y las búsquedas sobre cómo crear una tienda online o lanzar una página web se han disparado en los últimos meses.

También aumentan las búsquedas sobre cómo redactar un aviso legal o qué plugin de cookies elegir para WordPress.

La gente del mundo real está lanzando negocios digitales cada día. Y haciéndose preguntas.

Porque la realidad es que no tienen ni idea de cómo legalizarlos. Hay un desconocimiento enorme en toda la parte técnica de implementación del RGPD.

Los avestruces del RGPD están ignorando esto. Viven en sus “creí que” y en la excusa de que los temas legales no van con ellos.

Defienden una postura muy diferente a los datos de Google o Amazon.

Pero… ¿Qué sabrán Google o Amazon de negocios, verdad?

Los que se apuntan a nuestra lista aprenden:

• Las 3 frases que deberías añadir en los presupuestos y facturas que envías a tus clientes para evitar una multa de esas que envían con lacito. ✔️
• En realidad son un par de frases muy simples, que casi nadie pone y podrían salvarte el cuello si surge algún problema. ✔️
• Verás qué pinta tiene un contrato de servicios para desarrolladores web de esos que da gusto verlos. Ya sabes, los que te blindan y te cubren de responsabilidades que no van contigo. ✔️
• Y lo más importante… podrás descargarte el contrato, adaptarlo a tus servicios y empezar a usarlo según te lo envíe. ✔️

Ah, otra cosa más: en uno de los correos te comparto un audio que le envié a un alumno cuando empezó todo esto.

Dura exactamente 3 minutos 26 segundos y le cuento un truco absurdamente sencillo que te permitirá localizar cientos de clientes interesados en este servicio con una simple (pero potente) búsqueda en Google.

Si te interesa, te lo envío cuando estés dentro, aquí: